Locos de aquello que les gusta, que les hace sentir vivos. Ellos son el claro ejemplo del concepto PITOTE. Querían organizar un festival, una boda original, una boda creativa y diferente… evidentemente la tuvieron.
Amantes del mar, del Kitesurf, de la nieve, de viajar, de Brasil, de Fuerteventura, del Port del Compte, y de la playa del Trabucador remando sobre sus tablas de Paddle Surf, de la vida, de su buena vida. De reír… pero sobretodo de entender el mundo con su propia lengua.
Corren a 300/hora con su Van que les permite descubrir mil paisajes naturales. Finalmente llegamos a la última curva de un monte de color verde. Perdidos entre bosques frondosos de encinas milenarias, allí los sorprendimos en un espacio mágico, virgen, idílico, para albergar una boda de fin de semana, sin duda, la fiesta de su vida.

El mundo al revés para escribir un guión que hablaba su idioma. Ellos y su gente inmersos en un espiral de sorpresas y locuras. Querían descubrir el valor de las sorpresas Nòmades aprovechando la puesta en escena original de los formatos Nòmades. Markets Foodtrucks que te permiten mover por el espacio como si estuvieses permanentemente dentro de un pequeño parque de atracciones. Comer, beber y bailar en cualquier rincón desde el primer minuto!
Viviendo una tormenta de ideas permanentes que dejaban con la boca abierta a todos los invitados. Espectáculos dentro de la ceremonia con las intervenciones de famosos actores como por ejemplo Pep Plaza, así como concursos y divertimentos a lo largo de una fiesta llena de ritmo al estilo de los mejores festivales veraniegos de Ibiza. Sin que el tiempo se parara veíamos pasar mil ideas de colores diferentes, realmente como si estuviésemos pisando otro planeta. El clímax de la locura llegó en paramotor. Cientos de patitos llovieron sobre las cabezas de los invitados en una escena totalmente surrealista y, sin parar de bailar, un afortunado encontró el patito ganador. Y es que no hay ninguna boda Nòmada que algunos de los invitados se vayan sin premio!

Ir a la cama sin perder de vista la pista de baile y despertarse al día siguiente con una piscina a tu disposición para seguir alargando el elixir de ésta boda singular.

Cuando el desorden toma sentido el orden pierde importancia. Solamente los niños, los borrachos y los locos dicen la verdad. Su boda fue una de las bodas creativas de la marca Nòmades, una experiencia tan loca como ir al cielo y volver.
Los amigos The Ritchers llegados desde Berlín captaron a la perfección el feeling del pitote. Pasen y vean.