La aventura de descubrir un espacio mágico fue el gran aliciente a la hora de construir la boda de Laura y Nani. El proceso de creatividad y desarrollo de nuestras fiestas se inicia dentro de un coche, recorriendo mil curvas por carreteras imposibles y paisajes infinitos, siempre con el objetivo de poder sorprender a nuestros novios.
Recorrer todos los rincones del mundo es tarea Nòmada y efectivamente, siempre terminamos encontrando aquel espacio que hable de los protagonistas del gran día. Exclusividad, encanto, excentricidad, singularidad y sobretodo magia.
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Saber que cualquier lugar puede ser el escenario soñado es uno de nuestros añadidos, y realmente éste es uno de los grandes valores de nuestro trabajo llegar allí donde casi nadie puede o podrá hacerlo.
El brainstorming nos hizo soñar el planeta de los olores, del color verde, de los mil colores con tonalidades pastel, de las flores, de la calma, de la naturaleza en mayúsculas… Un paraíso romántico y exclusivo, la pequeña Toscana catalana. Después de mucho buscar llegamos. Si, como éste espacio solo hay uno! Laura y Nani fueron una de las poquísimas parejas que han tenido la suerte de celebrar el día más especial de sus vidas en él.
Allí pudimos vivir la boda del buen gusto, un festival tranquilo diseñado expresamente por dos caracteres selectos, capaces de apreciar los pequeños placeres que nos ofrece la vida y evidentemente poderlos compartir con su gente.
La locura no está reñida con el encanto. Las ideas
Nòmades se integraron dentro de un paisaje espectacular, eminentemente tranquilo, y es que el respeto y el buen gusto siempre hacen que los polos opuestos se alcancen, la magia Nòmada del Ying y el Yang.
Los espacios nos hablan y nos comunican, nosotros siempre decimos que el escenario es el primer puñetazo a la cabeza. Lo que transmite la sensación y lo que favorece el clímax, el conductor natural del feeling. La cálida sensación de saber que aquél es y será para siempre vuestro lugar. Respiramos y aun sentimos el olor de la fragancia sensible de la boda exclusiva de Laura y Nani en aquél invernadero excéntrico y majestuoso, una pieza única traída directamente desde Francia y que reposa escondida para solo ser disfrutada por los más afortunados.
Fotografía de
La Cristina Fotografia.